Inicio del partido

0'

José Vicente FormentEnrique Claramunt II

10'

Quino SierraAsist: Óscar Rubén Valdez

25'

Descanso

45'

GazteluUrreisti

65'

Final del partido

90'

Ya que no gana fuera, al menos que gane los partidos de casa para que esta incómoda carga de negativos que arrastra desde hace varios meses no se vea aumentada. Este es el dilema que tiene planteado el Valencia y que, por ahora, se cumple a la espera de que cambie el viento y pueda volver, a pensar en victorias que restablezcan su crédito puesto en entredicho en estos últimos tiempos. Así se ganó hoy a la Real Sociedad por uno a cero. Un tanteo que sugiere apreturas y dificultades. Ciertamente han existido, aunque nacidas más del própio Valencia que de la Real Sociedad, que ha sido un adversario menos incómodo y más mollar que otras veces. Un adversario, si no para lucirse sí para imponerse con más seguridad y margen. También es cierto que pudo el Valencia ganar por mayor margen dado el dominio que ejerció. Y si no lo logró es porque esto de marcar constituye algo demasiado difícil para los delanteros merengues actuales.

El partido se resolvió por uno a cero gracias a un gol marcado por Quino a los 24 minutos de juego al sacar Valdez una falta y rematar el ariete blanco de un certero y espectacular cabezazo. Precísamente esta primera parte fue la de superioridad valencianiata más absoluta y clara. Con decirles que en estos primeros cuarenta y cinco minutos sólo se registró un tiro de un delantero blanquiazul, el interior izquierda Oyarzábal, queda dicho todo. Los blancos chutaron bastante más; un remate de Valdez se estrelló en un poste y el juego del Valencia se localizó de manera continuada en las cercanías del área de penalty realista, bien defendida por Martínez, Cortabarría y compañía.

En la segunda parte, en cambio, los vascos tuvieron una voluntariosa reacción que pareció dar a entender para el Valencia unas mayores dificultades. Pero la agilidad y entusiasmo que mostraron los jugadores blanquiazules se diluyó a la hora de tirar a gol, pues en este último menester fue el defensa Murillo, con tres remates, el que más chutó, mientras Ansola, Boronat y Araquistain, delanteros en punta, ni se estrenaron. Bien es verdad que el marcaje de Aníbal sobre Ansola y de Sol sobre Boronat fue tan eficaz que casi no llegaron a tocar balón.

Dos momentos de peligro tan sólo crearon los donostiarras en jugadas iniciadas desde atrás. Como el marcador se mantenía con el solitario uno a cero y el escueto tanteo ponía cierta inquietud, aunque, por otra parte, la inocencia infantil de los delanteros vascos era un seguro para los merengues, hubo un cierto suspense en el encuentro. Pero éste se disipó y el Valencia acabó logrando una victoria mínima pero justa y hasta algo escasa para sus merecimientos.

El Valencia se mostró un poco mejor que otras veces, aunque no es todavía, ni mucho menos, el Valencia que todos deseamos y el que cabe esperar de la calidad de sus hombres. Elementos destacados en el cuadro local fueron Sol y Barrachina, en la defensa; Claramunt 1, en la media y Forment en la delantera. Forment sustituyó a Claramunt II a los diez minutos cuando éste se lesionó y su reaparición hay que considerarla afortunada, después de siete meses sin jugar como consecuencia de la fractura de pierna que sufrió en Granada. Fue el delantero más bullicioso de los merengues.

En la Real Sociedad el portero Esnaola y el combativo e incansable medio Corcuera fueron los mejores. Bastante bien los de atrás y decepcionantes los de delante. Arbitraje discreto del andaluz Navarrete, en un partido sin dificultades para él.