El inicio de la década de los 30 estuvo marcado por el crack de la Bolsa de Nueva York de 1929. La dureza de los primeros años por el hundimiento de la economía mundial afectó a toda Europa, y el Valencia FC no fue un excepción. El 12 de enero de 1932, ante la preocupante crisis económica que atenazaba al club, la Junta General del club acordó la emisión de unas cédulas hipotecarias por valor de un millón de pesetas; las preferentes, por una cuantía de 350.000 pesetas, a razón de 50 pesetas cada una y con un interés del 6%; las ordinarias, por un importe de 650.000 pesetas, a razón de 500 y 50 pesetas cada una e igualmente al 6% de interés. Esta emisión de obligaciones sirvió al club como un préstamo para poder financiarse.

Antes de finalizar la temporada, tras conseguir el equipo la salvación del descenso en la última jornada, se convocaron dos juntas generales. La primera tuvo lugar el 27 de abril de 1933, donde el popular farmacéutico valenciano Adolfo Royo Soriano, conocido por la archifamosa magnesia Royo que se vendía en su farmacia de la calle Ruzafa, fue nombrado presidente, encabezando una nueva Junta Directiva, integrada por Francisco Almenar, Ricardo Santomá, Ramón Ferrer, Manuel Cuadrado, Héctor Marco, Eugenio Burriel y Juan Ramos Chiva, padre del posterior presidente del Valencia, José Ramos Costa. Dos meses más tarde, el 2 de julio de 1933, se produjo una nueva remodelación de la Junta que quedó presidida por Adolfo Royo Soriano, con Francisco Almenar como vicepresidente, Manuel Sala Pérez como secretario, Juan Ramos Chiva como tesorero y Eugenio Burriel y Enrique Taulet como vocales. Sólo cuatro días antes, el 28 de junio de 1933, el club había decidido prescindir de los servicios de Randolph Galloway, que fue reemplazado por el ex-técnico del Barcelona y Español, Jack Greenwell, también inglés. El equipo había realizado una gran campaña en la Copa llegando a semifinales, donde había sido eliminado por el campeón de Liga, el Real Madrid.

El 7 de agosto de 1933, antes de iniciarse la temporada, se produjo una renovación de la Junta Directiva del Valencia FC tras la dimisión presentada por Adolfo Royo Soriano. El motivo de su renuncia, un pequeño incidente con la prensa deportiva que dio lugar a un intercambio de pareceres y notas en los medios de información que se prolongó durante algunos meses. Asimismo, se produjo un agrio enfrentamiento entre diferentes personalidades del club durante la Junta General celebrara al efecto. Finalmente, la nueva directiva quedó constituida por Francisco Almenar Quinzá, como presidente, y Antonio Reina López, como vicepresidente.

La temporada siguiente, la 1934-1935, comenzó con las primeras decisiones adoptadas por la nueva directiva elegida en la Asamblea General que había sido celebrada el 10 de junio de 1934 en Mestalla. Durante la junta, se aprobó un voto de gracias a la junta directiva saliente por su acertada dirección durante el tiempo de su mandato y se aprobó la dimisión de dicha directiva, visto el carácter irevocable con que fue presentada, eligiéndose como presidente a don Adolfo Royo, que volvía a convertirse en el máximo mandatario del club. El dirigente tuvo que enfrentarse a una complicada temporada a nivel deportivo, que incluyó la dimisión del técnico Jack Greenwell el 29 de noviembre de 1934. El regreso de Anton Fibver al banquillo atemperó los ánimos, pero el equipo completó una mediocre campaña, finalizando en novena posición en el Campeonato de Liga, y siendo eliminado en los octavos de final de la Copa de España por el eterno rival, el Levante FC, que además se proclamó campeón del Campeonato Superregional.

Una vez finalizada la temporada, el 9 de junio de 1935, Don Adolfo Royo Soriano renovó su directiva por autorización de la junta general. Esta junta acordó por mayoría nombrar socio de honor a su presidente, Adolfo Royo Soriano, concediéndole un palco en Mestalla a perpetuidad. En esta junta cabe destacar el nombramiento como vicepresidente de Don Luis Casanova Giner, que entró a formar parte de la familia valencianista gracias al tesorero Rafael Bau García, que lo introdujo como vocal hacia el año 1934, justo después de disputar el Valencia su primera final de Copa. Sin embargo, pocos meses después, concretamente el 3 de octubre de 1935, Adolfo Royo Soriano, presentó su dimisión. Luis Casanova Giner, en calidad de vicepresidente, pasó a ocupar la presidencia de forma provisional. En la asamblea general, celebrada el 3 de noviembre, se eligió por aclamación de nuevo a Francisco Almenar Quinzá como máximo mandatario del club. Luis Casanova permaneció en la vicepresidencia de la nueva junta.