Quique Martín pasó a la posteridad y quedó para siempre en la memoria por la histórica fotografía sentado sobre el larguero de Chamartín, tras proclamarse campeón de Copa al derrotar por 3-0 al FC Barcelona en la final de 1954. Fue una forma espontánea e innovadora de celebrarlo, que al día siguiente abrió las portadas de gran parte de los periódicos a nivel nacional.

Nacido en Valladolid, en junio de 1924, Quique se crio entre Castellón y Valencia. Comenzó a jugar al fútbol en la escuela en la que estaba internado, los Salesianos de Valencia, pasando más tarde al Sindicato Español Universitario (SEU) de Castellón. Finalizada la Guerra Civil, ingresa en el Villarreal a los 15 años de edad, y a los 17 marcha al Castellón, donde inicialmente jugaba como mediocentro en el equipo filial. Pero la temporada 1942-1943, fue reclamado por el primer equipo para jugar de portero, posición en la que triunfaría y jugaría el resto de su carrera.

En julio de 1943 se traslada a Barcelona para fichar por el Espanyol, pero no consiguió llegar a un acuerdo y finalmente firma con el FC Barcelona. Quique defendió la portería del conjunto azulgrana durante siete temporadas, en las cuales fue mayoritariamente suplente de Velasco y Ramallets. Allí conquistó tres Ligas, hasta que en 1950 llega al Valencia, que necesitaba con urgencia un portero de garantías tras la marcha de Eizaguirre.

Quique llegó al club de Mestalla a los 26 años, y logró asentarse con rapidez. Consiguió rápidamente la titularidad, y la mantuvo durante 111 partidos oficiales entre Liga y Copa. 1953 fue su gran año, culminado en 1954 con el título de Copa. En cambio, 1955 fue nefasto para él. Sufrió varias lesiones, dos sietes en San Mamés y Mendizorroza, y un 5-1 en Sevilla que le envió al banquillo. Sus dos últimas temporadas en Mestalla las pasó casi en blanco, y aprovechó para sacarse el título de entrenador. En 1957 marchó al Levante, y en 1958 al Alcoyano, donde se retiró a los 33 años.

Una vez retirado, tomó las riendas del equipo en el que jugaba, el Alcoyano. Entrenó después al Saguntino, Onda y Torrente, antes de llegar al Levante, formando tándem con Ramón Balaguer, y consiguiendo el ascenso a Primera División. Al año siguiente, se fue al Oviedo, donde no pudo repetir el éxito. Volvió al Levante y después entrenó a Constancia, Lleida, Paiporta, Alzira, Pedreguer, Manises y La Eliana, donde se retiró en 1982. Quique Martín falleció el 12 de abril de 2016, a los 91 años de edad.