Luis López comenzó a destacar como central en las categorías inferiores del Valencia CF por su consistencia, sentido de la anticipación y por sus cualidades técnicas. Llegó al Mestalla a los 19 años, debutando en Segunda División B el 18 de septiembre de 1994, en la tercera jornada de Liga contra el Europa, pero ya había debutado con el primer equipo en un partido amistoso contra el Elche el 26 de agosto, durante la pretemporada. Pronto se convirtió en titular indiscutible, disputando 29 partidos en su primera campaña y 34 en la segunda. En la temporada 1996-1997 jugó 32 partidos y Jorge Valdano echó mano de él para la última jornada de Liga contra el Espanyol en Sarriá, donde debutó en Primera División como suplente al entrar en la segunda parte por Gabriel Moya.

Su última temporada en el filial fue brillante. Jugó 31 partidos e incluso marcó 3 goles, pero la falta de preocupación por la cantera que trajo la Ley Bosman cortó sus posibilidades con el primer equipo, por lo que se marchó al Levante, donde hizo una excelente campaña 1998-1999, logrando el ascenso a Segunda División y otra muy aceptable en la categoría de plata en el 2000, mermada por las lesiones. Con el equipo granota jugó un total de 62 partidos, marcando tres goles.

Tras su etapa en el Levante, fichó por el Real Jaén en el verano de 2000. Con el cuadro andaluz fue titular indiscutible en Segunda División, participando en un total de 68 encuentros en dos temporadas que culminaron con el descenso a Segunda División B en 2002. Entre 2002 y 2004, López militó en el Logroñés, pero el 31 de julio de 2004, al no poder pagar las deudas con los jugadores, el conjunto riojano fue descendido a Tercera División, por lo que marchó al Gimnàstic de Tarragona. La temporada siguiente ficha por el Burriana, antes de ser traspasado al Almansa en 2005. La temporada 2007-2008 la jugó en el Ontinyent CF, donde puso punto final a su carrera deportiva a los 32 años de edad.